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12 febrero, 2020¿Alguna vez te has preguntado qué son y para qué sirven los modos de color? En este post vamos a profundizar en los dos modos de color más utilizados: RGB y CMYK.
¿Qué es el modo de color RGB?
El modo de color RGB es el que se corresponde con los colores luz. Es el modo de color que utilizan todas las pantallas, desde la de tu televisión hasta la de tu móvil. Cada píxel de cada pantalla es capaz de emitir los tres colores primarios de los colores luz: rojo, verde y azul. De hecho, “RGB” son las siglas de estos tres colores en inglés: red, green, cyan. De la mezcla en diferentes proporciones de estos tres colores se obtienen todos los demás.
¿Qué es el modo de color CMYK?
El modo de color CMYK se corresponde con los colores pigmento, y por lo tanto, con el mundo analógico. CMYK son unas siglas que significan Cyan, Magenta, Yellow, Black (cian, magenta, amarillo y negro en castellano), que son los tres colores primarios cuando estamos tratando con pigmentos, más el negro. Estos son los colores a través de lo que se componen imágenes analógicas, ya sean cuadros hechos con pintura o las que imprimes desde tu impresora en casa. Este modo de color también se llama cuatricomía.
¿Cuándo utilizar el modo de color RGB y cuándo el modo de color CMYK?
El espectro de color, es decir, los colores y el número de colores que puede reproducir cada modo son diferentes, siendo más amplio el modo RGB que el CMYK, por lo que es importante que tengas esto en cuenta a la hora de tratar tus imágenes. El modo de color que utilices dependerá del medio final en el que se vaya a ver la imagen.
- Si se se trata de una imagen que solo se va a ver en pantallas (creatividades para redes sociales, anuncios para una página web…), selecciona siempre el modo RGB.
- Si tu imagen va a ser impresa, selecciona el modo de color CMYK. La pantalla de tu ordenador simulará cómo se vería tu imagen al ser impresa en cuatricromía, para que te hagas una idea más aproximada del resultado final que obtendrías.
Esto no significa que si tratas una imagen en RGB y luego la mandas a imprimir, la impresora no vaya a poder hacerlo. Significa que, de hacerlo así, será la impresora quien se haga cargo de la transformación de un modo hacia a otro, y tú no tendrás control sobre el resultado final. Para evitar sorpresas, trabaja desde el principio en CMYK si vas a imprimir tus imágenes.
Por lo tanto, si vas a utilizar cualquier programa de diseño o tratamiento de imagen como Adobe Photoshop o Adobe Illustrator recuerda que debes cambiar el modo de color según tus objetivos para controlar el resultado final.
Fuente: Hello Creatividad